#LikeaGirl

Nunca me he sentido digna de mucho de lo que me pasa. No sé si suena triste, pero pienso que estoy bastante clara de lo bendecida que he sido. Trato de no tomar nada por dado, nunca subestimo un “te quiero” (es más, creo que lo digo demasiado), valoro ahora más que nunca a mis padres y mi familia (y a mis amigos que los quiero como mi familia) y cada mañana que abro los ojos no me canso de darle gracias a Dios por poder estar viva y levantarme a correr. La salud es un don que realmente no tiene precio, y no lo valoramos suficiente. Entre dietas locas, suprimimos el UNICO cuerpo que tenemos para privarlo de TODO, o peor aún, le metemos de cuanta porquería encontramos por satisfacer las ganas de tragar. De esto segundo, soy culpable muchas veces, aun cuando trato de ser recíproca con lo tanto que mi cuerpo me da. Pero escribo esto no para hacerme ver como si fuera la modelo a seguir. Todo lo contrario. Tengo tanto que aprender de la gente que me rodea, que espero poder tener vida suficiente para emplearlo en mi diario vivir.

Hace un tiempo, la marca Always
lanzó una campaña titulada #LikeAGirl. El comercial que llegó a mí, creo que por WhatsApp, básicamente trataba de cómo en el mundo, el hecho de hacer cualquier cosa “Como Niña” tenía una connotación negativa. Algo así como un insulto disimulado. Correr (o batear o jugar o cualquier cosa) como niña era lo mismo que decir que corres mal, suave y con poco esfuerzo. Me sentí tan identificada y a la vez tan motivada porque si hay algo que yo me siento es determinada y tan capaz como cualquier hombre de lograr mis metas. Igual que el resto de las mujeres que conozco. Mi madre, por ejemplo. Es el ser humano más capaz y profesional que conozco. Fue una excelente dentista (retirada ya), toca la guitarra como cualquier músico profesional, y no fue cantante de profesión porque no lo quiso ella. Mi suegra que es una luchadora por las mujeres, madre abnegada y una profesional como no hay dos. Mis cuñadas que cada cual ha emprendido en distintos caminos son claros ejemplos y mis amigas que veo todos los días que madrugan para correr, son las mejores madres del mundo, trabajan más y como cualquier hombre, y además son increíbles esposas. Primas que son doctoras, las mejores estudiantes de su salón, y modelo. Amigas que son desde cabezas de una empresa, psicólogas, atletas y hasta primer puesto de su salón en la escuela. Y absolutamente TODO lo hacen como niñas. Hemos logrado todo esto por ser mujer.

Habiendo dejado claro que el comercial causó impacto en mi vida, y que me pareció brillante la campaña y el mensaje de la marca, Always, como si me hubiese leído mi mente, me ha invitado a ser parte de esta campaña como embajadora de la marca en Panamá. Me siento conmovida y agradecida más de lo que las palabras alcanzan. Creo que es un gran momento, para agradecer a todas las mujeres que me rodean. A las que veo todos los días y a las que las veo menos, pero aun así de alguna manera nos motivamos y nos empujamos. Desde una sonrisa hasta un comentario. Gracias por el empujón. Gracias a Always por creer en mujeres de a pie. Yo no tengo nada extraordinario ni distinto a todas las magníficas mujeres que me rodean. Pero si puedo ayudar a empoderar a otras mujeres, me daré por bien servida. Nunca se sientan menos por ser mujeres. Ayudémonos unas a otras, porque ser mujer es el regalo más grande que nos pudo dar Dios. Desde niñas que cambiamos para convertirnos en quien somos, levantemos la cabeza y sintamos orgullo de serlo. Enseñémosle a las próximas generaciones lo importante y valioso que es la mujer.

Voy a la prestigiosa Maratón de Boston en abril del 2018, y no me cabe duda que estoy allí por el apoyo que me dieron muchas otras mujeres que me acompañar y se fajaron, tan duro o más que yo y que al final, sin saberlo, le hicieron honra a la campaña de Always. Así que tú que me lees, mira bien lo que quieres, profesional o personal, traza tu meta, propóntelo, pero sea lo que sea, hazlo #LikeAGirl.