Un Tercio del Sacrificio

Me causa mucha gracia como siempre que salgo a comer, o me invitan a alguna fiesta, o a algún tipo de evento, cuando me asomo al bufet (que es SIEMPRE) me reciben con la frase, “tranquila si tu mañana lo corres y lo quemas”. No hay nada más lejos de la verdad que eso. Correr y el gym es la tercera parte. La parte (que me parece son dos terceras partes) igual de importante, y para mí la mas difícil, es la comida. Ese mito de “el que peca y reza empata” es tan iluso, y mucho más en esta disciplina. Aparte de que, si no te engordaste comiéndote el helado, con crema, y caramelo (justo lo que me comería en este momento), tu rendimiento es terrible al día siguiente, sobre todo si lo que viene es uno de esos trainings de terror, con algunos intervalos largos.

Hace 8 años, recuerdo que me fui a correr la media maratón de Miami, y mi carbload fue una cosa espectacular. Todo lo que me gustaba del menú, porque para mi entender, yo iba a quemarlo el domingo en la carrera. Como cambian las cosas. Hace dos años, por Diosidencias (como me gusta llamarle, más que coincidencias) llego a mi vida Fernanda Simoes. Fer es de esas personas que, sin hablarles, ya las quieres. Además de ser doctora, Es una gurú en este deporte. Es mi health coach en Life, Health And Fitness Center y ha sido mi guía (y la de muchos otros atletas activos y no activos, porque como dice Bill Bowerman de Nike “if you have a body, you are an athlete”) desde que retome la corrida después de dar a luz a mi tercer hijo. Fue de las primeras en empujarme a tratar de entrenar para la clasificación a Boston (el primero fue mi mentor a quien llamo Yoda, pero él se merece un post aparte). Tiene La sonrisa más dulce del planeta, y SIEMPRE tiene algo positivo que decir. Y bueno, después de hacer el tiempo de clasificación en mayo, me he ido de farra. He comido lo que me da la gana, he bebido bastante más de lo que es permitido por Fer, y no he sido muy estricta con el training. Así que hoy, me llene de valor, me lleve el kleenex para limpiarme las lágrimas cuando saliera del consultorio, y me fui a sentar con ella para ponerme en orden. Llegué un par de minutos tarde, así que ella estaba lista esperándome. Entré con miedo y miré fijamente a la bendita máquina que la detesto, bueno, por hoy. El próximo mes, si Dios quiere, la amo. Y bueno, vino la cruda realidad, que al final no ha sido tan mala como pensé. Me engordé un par de libras, y subí grasa, justo lo que me temía, pero, qué podía esperar con tanta vacación? Salí cabizbaja, me monté en el carro, y justo cuando me siento, abro mi correo en el celular. Tenía un email de B.A.A. (Boston Athletic Association) con la invitación a la Maratón. Había logrado el corte por 13 segundos. Es decir, todo el mundo que corrió con tiempo clasificatorio con 3 minutos 23 segundos o más cerca al límite no logró entrar. ¡QUE LOCURA! Finalmente, después de 10 años, 4 maratones y miles de kilómetros corridos, vamos para la meca, The Boston Marathon. Nunca en la vida he estado tan feliz saliendo de una cita donde me decían que tenía un par de libras extra encima. El sacrificio ha pagado.

No quiero terminar de escribir esto, sin hacerle saber a todo el mundo que clasifica, independientemente de que sea invitado o no a correr, que son grandes y que nada les quita el ser un Boston Qualifier. Como dice el Coach Roy, a veces la bola no pica para tu lado. No siempre la suerte va con nosotros. Al final, el trabajo logrado, y el mérito nada te lo quita. Lo principal es nunca perder las ganas, y de tener siempre metas que alcanzar. Así que aquí voy, empezando una nueva aventura. Espero poder reportar con mucha frecuencia las locuras que voy viviendo con mi banda. Joliz, Sofia, Ana, Martha, Rox, María, Dani, Stasia, Fer y Angelita son las otras piezas del diario a Boston. Además del resto de la banda que va acompañando en el camino aún cuando no van a la misma carrera. Por allí las verán a menudo y constante. Pero bueno, por ahora, Mela reportando con unas libritas de más, pero algunas de esas, son de felicidad y emoción, porque VAMOS PA’ BOSTON.